El último informe de la OCDE dejaba patente cómo nuestros jóvenes necesitan todavía un serio «empujón» en determinados aspectos de su educación que les serán de gran utilidad a la hora de encarar sus vidas en un futuro cercano. La creatividad y la capacidad para resolver problemas son, en opinión de no pocos expertos, dos de las patas cojas de nuestro sistema educativo, que para muchos está tardando en adaptarse a los nuevos tiempos y en incorporar materias y profesionales capaces de preparar a la generación del mañana.
El colegio inglés con sede en Barcelona «Oak House School» lleva tiempo incluyendo en su programa una materia que, aunque alejada de las nuevas tecnologías y el concepto de emprendimiento que parece querer grabarse a fuego en el cerebro de nuestros jóvenes, promete también ayudar a los menores a desarrollar esas capacidades que en Europa nos conminan a mejorar. La materia en cuestión es Drama, una asignatura que se imparte de forma habitual en Gran Bretaña y que, según esta escuela inglesa, permitirá a tus hijos desarrollar aptitudes como la creatividad, la capacidad de negociación y el pensamiento crítico. Estos son, según «Oak House School», los seis beneficios de estudiar teatro en el colegio:
— Fomento del trabajo en equipo. «La asignatura ofrece a los niños la oportunidad de llevar a cabo un proyecto en grupo y, además, poder representar sus ideas de forma oral y visual. Es una gran oportunidad para que los niños puedan expresarse», asegura el colegio a ABC.
— Desarrollo de numerosas habilidades: La capacidad de comunicación se verá notablemente incrementada en los alumnos que cursen la materia. «Expresarse mediante acciones, gestos, expresiones, palabras les será cada vez más sencillo. Estudiar Drama, además, potencia la memoria, y también la capacidad de improvisación». No olvidemos, recuerda el centro, que los menores desarrollarán también grandes destrezas a la hora de hablar en público y ante un gran foro de personas, algo realmente complicado hoy para muchos jóvenes y adultos.
— Clases aplicables a la vida real: Durante el desarrollo de las horas lectivas los alumnos tendrán que hacer frente a distintos problemas o situaciones que deberán resolver juntos. «En la mayor parte de las clases los alumnos no utilizan guión alguno, sino que improvisan. Trabajan juntos, en grupos pequeños en los que intercambian ideas y llevan a cabo críticas constructivas los unos de los otros». También, no obstante, los alumnos preparan representaciones en las que deberán memorizar un guión y preparar la obra. «A través de Drama se sumerge a los participantes en contextos desafiantes que les empujan a potenciar la creatividad, la asunción de riesgos, el desarrollo de pensamiento crítico así como habilidades de negociación, muy útiles en la resolución de conflictos y en su vida en general».
— Aumento de la confianza: La asignatura, aseguran en el centro, «permite a los menores potenciar la confianza en sí mismos y, además, ayudará a aquellos que tengan dificultades con otro tipo de tareas, pues podrán demostrar su talento de una forma diferente».
— Necesidad de una oferta educativa amplia: No es ningún secreto que el mercado laboral está en constante evolución. Así lo reconocen en el centro, desde donde aseguran que la evolución lógica de los acontecimientos provocará que «los niños de hoy tengan trabajos bien distintos a los que tuvieron sus padres». Por ello, asignaturas como Drama pueden ayudar a los menores a «asumir mejor los cambios y a responder de forma creativa cuando les sea requerido».
— El lenguaje, clave: Los alumnos aprenden a utilizar su voz para preguntar, responder, predecir, persuadir, contemplar y expresar sentimientos, pensamientos y creencias. «Como educadores es nuestra responsabilidad estimular a nuestros alumnos para que desarrollen las técnicas y habilidades necesarias para comunicar sus ideas con confianza».